miércoles, 8 de julio de 2009

colegialas ardientes

Pretendí abandonar la discusión, dándome la vuelta y dirigiéndome a la puerta principal, sin embargo sentí su mano sujetarme del brazo fuertemente, y después me llevó a jalones hacia la sala.

-¿Qué fregados quieres? Dije con furia, tratándome de zafar, pero sus dedos parecían de piedra. De un empujón, me tiró en el sofá.

Mi bolso cayó al piso. Molesta, me incorporé rápidamente, y recordando las lecciones de karate que alguna vez tomé alcé mi pierna para tratar de darle un puntapié justo entre las piernas, sin embargo mi movimiento fue muy lento y solo conseguí que él me sujetara del tobillo para nuevamente tumbarme, esta vez en la alfombra. Roberto rápidamente ¿Sería violento Roberto con ella? Me quedé inmóvil, y comencé a sentir sus labios en mis pezones.

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