miércoles, 8 de julio de 2009

colegialas folladas

Mi suegra interrumpió a mi cuñado anunciando que ya estaba lista la cena, por lo que aunque nos quedamos con la duda de las nuevas reglas le restamos importancia al asunto.

A la mañana siguiente, mi esposo Eduardo salió a las 6:30 a.m. hacia su trabajo, muy temprano ya que aunque ahora vivíamos en la Ciudad, tenía que recorrer el intenso tráfico pues su trabajo estaba al otro extremo de la urbe. Yo tomé una ducha después de desayunar con mi suegra, y luego me arreglé poniéndome un vestido de falda apenas arriba de las rodillas, y con el calor del mes de abril me sentó bien descartar las medias y escoger de calzado unas sandalias. Bajé a la estancia para recoger los papeles que llevaría a mi trabajo de medio tiempo, y me llamó la atención ver que mi suegra había subido al piso superior y ya había bajado Roberto a desayunar.

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